construimos pedales para avionetas
que jamás llegarían lejos
de este barrio
de esta maldita ciudad
luego camisetas sputnik
nos vieron crecer en otro tiempo
y mamá colgó de las ventanas
listones y ríos interminables
en las costillas de los lobos
al final eran miradas de peces
fechas de caducidad
casas miserables
nunca reconocer el lugar
donde nacimos
nunca liviana espera
en los hospitales
donde no pudimos nombrar
que el té se mantuvo frío por horas
por días larguísimos