viernes, 26 de agosto de 2011

martes, 16 de agosto de 2011













El panda, agazapado tiernamente en el bambú, medita sobre el odio. 




tan ancho el mundo


y vertical el bambú


¿por qué 


las flores podridas


las camas de los hospitales


los timbres mudos en invierno


los mosquitos anófeles


las risas de los niños malvados


el cansancio de los tristes


el insomnio de los grillos


las atenas erectas de la mantis satisfecha tras haber engullido a su amante


las húmedas manchas de la salamandra


los colores del camaleón


no se van de una buena vez a la estepa siberiana?


*


esa ostentación de superviviencia es ardid de los desesperados


*

sábado, 13 de agosto de 2011

Hubo un tiempo en que a los pandas les gustaba bajar del bambú y convivir con el resto del animalario.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Los pandas

Los pandas se dividen en blanco y negro, o en cabeza, tronco y extremidades. Tienen buenos morros, pero los ojos, pequeños. Les encantan las golosinas. A la escuela no quieren ir, pero una siestecita en los bambús —oiga, con mucho gusto. Cuando les queda poca miel se llevan las manos a la cabeza y están tan tristes, pero tan tristes, que ni sé. Los niños, que tanto quieren a los pandas, se lo darían todo, pero por el bosque anda el cazador y con su fusil apunta entre esos dos ojos pequeños.


(Adaptación del poema "Los osos" de Zbigniew Herbert.)