viernes, 1 de abril de 2011

dermis


No hay otra manera de llamar las cosas. El panda detesta los eufemismos y la condescendencia.


Lo feo es feo.


Lo bello es bello.


Un panda podría ser más que un panda, pero no lo es porque no quiere.


Nunca miente.


Nunca.


A veces, desearía ser otra cosa: un cardo o una coliflor. Sólo a veces.


La mayoría del tiempo se conforma con que nadie lo mire. 




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